Cuando eras niño y te preguntaban qué querías ser cuando grande, seguramente no respondiste: “Quiero ser ingeniero civil industrial”, y es porque esta profesión es una vocación adquirida. Mientras más la conoces, ¡más te apasiona!
Si desde pequeño eras una persona con iniciativa y liderazgo, probablemente esa haya sido tu primera señal para estudiar esta carrera. Y motivos sobran.
La pandemia nos ha enseñado a la fuerza que constantemente hay que reinventarse y buscar nuevas estrategias, de forma rápida y efectiva. Difícil, claro que sí, sin embargo un buen ingeniero debe estar preparado para identificar, gestionar y dar solución a los procesos productivos y humanos de una empresa, de cualquier tamaño que esta sea, ya que hoy cualquier táctica que se elija, cobra vital relevancia.
Puede que tengas ciertas dudas aún respecto a la Ingeniería Civil Industrial, pero tranquilo, te explicaremos en palabras simples en qué consta esta carrera y cuáles son algunos de los motivos que la hace tan interesante estudiarla.
Motivo 1: Es una carrera muy, muy interesante.
Haciendo una analogía con el fútbol (sabemos que te gusta), el ingeniero industrial civil vendría a ser el director técnico, y los jugadores los recursos humanos de la empresa. Hay jugadores que no son precisamente habilidosos haciendo goles, no obstante sí lo son haciendo pases y habilitando a sus compañeros. Un buen director técnico sabe en qué posición ponerlos y la manera de incentivar sus talentos. En otras palabras, organiza a los jugadores dentro de la cancha, les saca el mayor rendimiento, es decir, optimiza sus recursos, y finalmente los prepara para ganar el partido… cumple el objetivo. Lo mismo hace el ingeniero, pero a nivel de empresas.
Motivo 2: El campo es amplio.
Un profesional egresado de UPV es apetecido por las empresas, por lo que su empleabilidad es alta en pequeñas, medianas y grandes empresas.
Algunos de estos campos se encuentran en empresas productoras de bienes y prestadoras de servicios, industrias, cadenas comerciales, instituciones de educación superior; instituciones financieras, de salud, servicios públicos y organizaciones de distinta índole. Como ves, las alternativas son muchas.
Cabe destacar además, que los profesionales de UPV son capacitados con las herramientas suficientes para generar sus propios negocios, lo que les permite crearse sus propios campos de trabajo.
Motivo 3: Va en alza.
Esta es una de las carreras con mayor índice de empleabilidad a nivel mundial. Tal como lo lees. Este nuevo escenario la posiciona como indispensable en el área empresarial, ya que genera un impacto en la calidad de vida, no solo de los trabajadores, sino que en toda la sociedad.
El medioambiente se ve involucrado directa o indirectamente en las decisiones que tome un ingeniero civil industrial. El planeta necesita tomar decisiones ecológicas y a buenos ingenieros que las dirijan.
No solo hay variados campos para ejercer, sino que también estos se van expandiendo, lo que significa una mayor participación de estos profesionales a nivel global.
Motivo 4: Es rentable.
Este motivo es siempre cuestionable, e incluso polémico, pero lo cierto es que por lo general, un ingeniero con buena formación recibe un sueldo acorde a su rendimiento en la empresa, y sus competencias no son subestimadas. La vocación es lo primero, pero la rentabilidad la hace ser más atractiva.
Motivo 5: ¡Sabes que quieres estudiarla!
Tal vez no haya nada más que decirte, porque puede que tu decisión ya esté tomada. Si estás leyendo este artículo significa que estás en búsqueda del último impulso de confirmación. Amigos quizás te han dicho: “Eso es pura matemática”, como intentando desanimarte, pero la verdad es que esta hermosa carrera es mucho más que solo números. La malla curricular que imparte UPV es multidisciplinaria y prepara a sus estudiantes en diversos ámbitos, técnicos y humanos, destacando sus habilidades tácticas y blandas. Los docentes de UPV dejan surgir la imaginación e incentivan los valores de cada uno de ellos.
Esta carrera tiene todos los ingredientes para hacerla fascinante de recorrerla y empaparse de ella. Es vocación, dedicación y pasión. Una mente creativa jamás se quedará de brazos cruzados, y si tienes las herramientas adecuadas, ¡el mundo es tuyo!
