¡Ay 2020, por fin ya te has ido! Sinceramente no se nos ocurren más palabras que dedicarle a un año que nos ha tratado tan, pero tan mal… sin embargo nos ha “regalado” muchas reflexiones.
El Covid-19, el gran protagonista del año, no solo ha infectado y matado a miles de personas (en Chile), sino que además ha sido el causante de una avalancha de problemas de salud mental, en prácticamente toda la población. Tristemente, solo algunos tienen acceso a coberturas.
Según la Directora Nacional Técnica de Apoyo, Cuidado y Desarrollo de Autonomía del Hogar de Cristo, María Isabel Robles, existe una brecha de cobertura de alrededor de un 80 % en la atención primaria respecto a temas de salud mental, es decir que solo el 19 % de las personas que requieren atención por algún trastorno de salud mental incipiente tiene acceso a cobertura. (fuente: www.latercera.com)
Podemos darnos cuenta que las cifras no son muy alentadoras, y que la pobreza va muy de la mano con los trastornos anímicos de las personas. Y lo peor es que las malas noticias continúan. Según la Cepal, se proyecta que el porcentaje de personas en situación de pobreza en Chile llegará al 13,7 %, debido a esta crisis sanitaria.
Este es el momento preciso para que los psicólogos lleven la voz cantante durante el 2021. Acá no se trata de centrarse en un ámbito específico, por ejemplo, las SST (Sistema de Salud en el Trabajo), sino que acá “revienta” la instancia de centrarse en TODO.
La carrera de Psicología tendrá que reinventarse y abrir sus espectros más allá. Formar profesionales de primer nivel y con una fuerte vocación, es el desde. A lo que se debe apuntar ahora es a idear sistemas que permitan llegar al mayor número de pacientes.
El rol de los psicólogos está en que el nuevo “estilo de vida” al que hemos debido adaptarnos, no nos venza. La OMS entregó diferentes medidas para paliar los efectos, y eso ya es algo. Pero falta más.
Cooperativas y psicólogos independientes tendrán un trabajo intenso durante este año, y la vocación se pondrá a prueba. Según la OMS la depresión prevalece de 1,5 a 2 veces más entre las personas de bajos ingresos, que aquellos que corren mejor suerte económica.
El día de hoy la agenda policial ha estado centrada en el narcotráfico. Una mente deprimida (o ansiosa) es más susceptible de manipular, y esto lo saben muy bien los narcotraficantes a la hora de reclutar a sus “soldados”. ¿Hay algo que puedan hacer los psicólogos? Claro que sí. Y bastante.
Pasando a otro punto, tan distinto e igual a la vez, tiene que ver con una entrevista que le hicieron al músico Marilyn Manson, a raíz de ser acusado por una matanza en un colegio provocada por dos estudiantes que escuchaban su música. Le preguntaron qué le diría a esos estudiantes, y el respondió con total sobriedad: “No les diría ni una sola palabra, más bien escucharía lo que ellos tienen que decir, creo que eso es algo que nadie ha hecho”.
Si, es cierto, lo anterior fue en Estados Unidos y no en Chile, sin embargo gráfica un problema que tiene un parangón en nuestro país: es más fácil culpar a un narco que indagar en la educación y asistencia de salud mental entre los jóvenes.
Otro punto importante: Santiago no es Chile. Esto qué significa, que las regiones una vez más se ven afectadas por falta de profesionales y centros comunitarios de salud mental. Volviendo a citar a la OMS, debería haber un centro de atención por cada 40 mil habitantes, pero en Chile existe un COSAM por cada 140 mil personas, con una concentración en zonas urbanas. ¿Y las personas que viven en zonas rurales? Ellas prácticamente ven como un lujo poder atenderse con un profesional de la salud mental.
En fin, podríamos seguir con muchas reflexiones, cortesía del 2020, pero no hay tiempo, hay que ponerse a trabajar. Si estás pensando en estudiar la carrera de Psicología, desde ya te damos las gracias y te deseamos todo el éxito en este duro y satisfactorio camino.
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